Hasta que me volví loco y no sentí más que pánico y miedo de ella, porque su belleza era excesiva, era muchísimo más interesante que yo, tenía los pies en el suelo con más firmeza que yo. Ella hacía que me sintiera extraño ante mí mismo; ella era una mezcla de noches de sosiego, de eucaliptos que se perdían en las alturas, de estrellas del desierto, de aquella tierra y aquel cielo, de la niebla exterior
domingo, 13 de enero de 2008
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2 comentarios:
No te lleves tu corazon lejos
no cruces el oceano
no te pierdas en las manos de otro
ni hoy, ni el año que viene...
uvNo te lleves tu corazon lejos
no cruces el oceano
no te pierdas en las manos de otro
ni hoy, ni el año que viene...
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